El incienso se ha utilizado desde la antigüedad para purificar el ambiente, alejar energías negativas y crear una atmósfera propicia para la meditación y la oración. A lo largo de los siglos, se ha utilizado con fines religiosos, terapéuticos, aromatizadores y en sesiones de magia. Además, el incienso tiene propiedades como mejorar la memoria, reducir el dolor de cabeza y funcionar como repelente contra mosquitos